miércoles, 3 de octubre de 2007

de niños todo era una sorpresa, una aventura, un viaje en globo


Fragmento de un asunto ilegal

Allí estaba.Eso que el señor barbudo dijo,eso que les había costado tanto trabajo hallar.Estaban allí parados Vincent y Mars tan indefensos ante ella. La tomaron con sumo cuidado, pues lo que lo contenía era muy frágil; la colocaron dentro de una de esas bolsas de madera y luego dentro de un canasto de mimbre. Subieron rapidamente al vote y vieron alejarse a la isla no muy espeza en árboles pero escalofriante por su completo abandono.
El vote veloz, pero precario, no tardo en alcanzar la otra orilla.Allí ya los esperaba la noche.
Mars se apresuró a amarrar el vote mientras Vince bajaba el canasto, la respiración de ambos comenzó a exaltarse y agitarse tanto que Mars pensó que se le saldría el corazón por la boca y quizo alertarselo a Vince pero calló. Sus ojos casi no querian pestañear ;ambos , solo pensaban en hechar a correr y olvidarse del asunto, pero ya era tarde.
En momentos, se miraban a los ojos como preguntándose porqué habían aceptado tal encargo. Pero estaban a punto de terminarlo.Eso creían.
Antes de subirse al automóvil que estaba en el lugar estrategicamente planeado, deberían internarse en un pequeño bosquesillo, mas bien, un matorral .Vince iba encarando el camino con una pequeña linterna , Mars iba mirando solo donde pisaba , y era una gracia que lo pudiera hacer, pues se encontraba con tal pavor que en cualquier momento se quedaría inmóvil , pero el saber que su compañero lo obligaría de malas maneras a caminar lo detenían a detenerse.
Cuando salieron de aquel matorral, que pareció eterno, habían calculado mal.
El automóvil se encontraba a gran distancia, que apenas lo podian divisar. Ambos no se pudieron contener, Mars y Vince con el canasto en la espalda corrieron a más no poder , que si estaban agitados ahora casi no podían respirar. Vince, que se suponía el más valiente, se tomó del pecho y parecía gemir, su compañero lepreguntó si estaba bien, el asintió como pudo.
Mars encendió el aut y desaparecieron del lugar, deberian llegar a un lugarejo y dejar el paquete.
Unas zapatillas enlodadas pisaron la acera de aquel antro llamado "La Mexican" que tenía el tipico cartel luminoso con las letras verticales una de bajo de la otra y un mariachi cuyos movimientos eran subir y bajar un vaso de tequila. Al abrir la portesuela, Vincent se quedó helado.
Mars lo empujó para que pudiesen entrar y luego entendió la expresión de la cara de Vince.
El lugar estaba desertico , el cantinero abrazado a su frasco de picles dejaba notar el impacto de bala en su cráneo.
Mars casi orinó en sus pantolones y gritó a Vince que dejaran el bendito canasto en aquel lugar y se largaran inmediatamente.
Vince sabía que debían dejar el paquete tras la puerta roja que se encontraba cercana a los orinales.
Con mucho cuidado la abrió , mientras que Mars esperaba ya con un pie afuera del lugarejo. Antes de dejarlo allí la intriga de Vince pudo mas y saco la bolsa del canasto y estaba decisidido a abrirla cuando, obviamente la puertesuela roja y de bisagras sonoras se abrió.
Mars no pudo voltearse a ver quien era el hombre, pero supo claramente que no era su amigo,Mars. Habia recibido dos disparos en su espalda.

Mars al ver que un automóvil se estacionaba frente al antro , se escondió bajo la barra . Escuchó los impactos, y sintió que vomitaría y gritaría tan fuerte para que lo dieran por descubierto y lo matasen también a el, pero se contubo, su deseo de vivir pudo más.
Luego de unos segundos , dos hombres se marchaban y cerraban la puerta central con llave. El corrió a ver lo que sabia que iba a encontrar: a su amigo muerto , en un charco de liquido espezo rojo oscuro,casi negro.
Ni siquiera lo tocó , ni atinó a dar vuelta el flaco cuerpo de Vince , si de Vince, no podia creerlo, jamás asimilarlo.
Agarró la bolsa y se marchó.
Como un chiquillo que habia hurtado caramelos del almacén del barrio , miraba a todas partes , caminaba a paso rápido, y con la bolsa entre sus manos.
Con sus quince años , dejó el asunto sobre la calle de tierra. Allí tambien dejó sus último rastros de niñez.




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